El ADN perdedor, una lucha constante

Un año nuevo, una temporada más y la decepción de siempre. La afición del Betis volvió a sufrir un duro golpe a sus objetivos de la temporada con la eliminación sufrida ayer en los penaltis ante el Rayo Vallecano. Entrar en Europa en las jornadas que restan de LaLiga es su único objetivo hasta la finalización de la actual campaña que nos ocupa, pero lo que resalta es la decepción constante año tras año que demuestra la falta de gen competitivo y ganador del equipo.

Una eliminatoria que estás arriba en el marcador con 1-2 a favor, no te la pueden empatar en el minuto 118. Y menos de la forma en que sucede, dejando muchos huecos atrás cuando la única función del equipo era mantener el resultado y aguantar en defensa en bloque bajo. Además, todo esto tras errar dos manos a manos ante Morro clamorosos.

Dos años después de la sonrojante derrota también en Copa frente al Cádiz, donde el equipo verdiblanco encajó 5 tantos en el Benito Villamarín, y un año después de las dolorosas derrotas ante el Valencia y el Stade Rennais, se confirma que hay algo supremo al Betis y a todos sus técnicos, jugadores y presidentes, y es que esté quien esté defendiendo el escudo verdiblanco, siempre acaba resaltando esa falta de gen ganador, de romper el balón en defensa, de matar el partido cuando hay ocasión, de competir, y en definitiva, de luchar.