El abismo que le espera al Barça en el futuro

Ayer se cumplían once años del 2-6 del Barça en el Bernabéu. Quizá sea el mayor pico de juego en la historia del club, que aquella temporada logró un sextete para la historia. Echar la vista atrás sólo trae nostalgia, en tiempos donde la realidad institucional, social y deportiva del club es bien distinta. El Barça va a la deriva, sostenido únicamente por Messi y con un abismo sin fondo que se intuye tras la retirada del argentino.

Aquel Barça de Pep tenía proyecto y cantera. El Barça actual no tiene nada y avanza a tiro de improvisación. Los valores jóvenes del club están en venta o en la rampa de salida. Aquellos jugadores llamados a liderar al Barça en la próxima década no tiene clara su continuidad, y lo que es peor, el club proyecta una peligrosa idea de que prima más lo económico que lo sentimental, mercadeando con los futbolistas y encadenando ridículos.

Seguramente por eso Ter Stegen no esté seguro de renovar. El Barça podría perder a su mayor referente, el que sujeta todo y evita males mayores. También podría intercambiar a Arthur, uno de los jugadores con mayor futuro y que fue fichado por su ADN Barça. Dembélé también está en el mercado, al igual que un Semedo que hace un año era intransferible y ahora es subastado.

La cosa no se ha hecho mucho mejor con referentes veterano como Rakitic, condenados al ostracismo y forzados a una salida sin tacto ninguno. A todo esto, existe una barrera entre directiva y plantilla sin solución a la vista. Sólo algunas portadas prometiendo fichajes imposibles tratan de tapar el oscuro abismo al que se asoma un Barça en crisis.